risueño
el arroyo
modula
su canción más antigua
el
amor antiguo y perseverante
no canta
como él
mas
entibia las tardes tranquilas
los
amaneceres con ladridos
y caballos sueltos
pastando
el
amor como el arroyo
desliza por su cuenca
él encuentra
el cauce
mas
el amor
a veces
se
estanca contra una piedra
dulce
la canción del arroyo
dulce
el olor del amor
dulce
el recuerdo del ocaso
melancólica
memoria
musita
lo perdido
el
verde del cerro
se
acercó a la ventana
imponente y orgulloso
se instaló en mi paleta
inundó
las pupilas
y un
rio en color
invadió las entrañas
te
hiciste patrono de los pensamientos
caminaste
las calles del hoy
borraste
las aceras solitarias
de la vieja ciudad
pacíficamente
heroico
te hiciste dueño de mí
no
desatiendas la delicadeza del pétalo
se
ofrece azul como un pequeño mar
entre
las piedras
todo parece árido
pero
estás vos
suave y azul
el
azul cuarzo de los ensueños
para mitigar
tanta dureza
para
redimir tantos milenios
Beatriz Martinelli